El mentoring es una relación libre entre alguien con experiencia y conocimientos (mentor), que se presta voluntaria y gratuitamente a transmitirlos a otro que quiere aprender de eso.
¿Por qué lo llamamos mentoring?
La palabra deriva de Mentor, el amigo a quien Ulises confió la educación de su hijo al partir a la guerra de Troya. Su terminación anglosajona, se debe a que han sido los países anglosajones quienes más lo han practicado en el ámbito empresarial. Hoy en día es práctica común en la mayoría de empresas anglosajonas.
Yo quiero aprender, pero para eso ya está la formación.
La formación es proporcionada por un experto en la teoría de un campo concreto y tiene como objetivo que el alumno comprenda y recuerde dichos conocimientos técnicos. El mentoring lo proporciona un experto que además de conocimiento, tiene experiencia práctica y vivencia sobre un tema concreto. El aprendizaje verdadero necesita acción. En el mentoring, el mentado pasa a la acción gracias al impulso del mentor. Éste, le proporciona feedback sobre cada paso que da, le transmite consejos, le proporciona trucos, y le hace preguntas para continuar avanzando.
Entonces, si no es formación, ¿sobre qué cosas se puede mentorizar a alguien?
Al estar más basado en la experiencia que en los conocimientos teórico-técnicos del mentor, las materias objeto de mentoring son temas más intangibles: cómo desarrollar mi carrera profesional, cómo comunicar bien en público, cómo negociar, a quién tengo que conocer dentro de mi empresa para prosperar, cómo se dirige un equipo…..y otros mil temas en los que muchos senior tienen mucha experiencia.
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