¿QUÉ HACEMOS CON LAS PERSONAS MAYORES DE 45?

Arturo Rodríguez Castellanos: Catedrático de Economía Financiera. Académico de Número de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras. Colaborador de la Cátedra de Empresa Familiar de la UPV/EHU.

En general, cuando se habla de desempleo, se suele poner especial énfasis en el desempleo juvenil. Evidentemente, este es un problema grave al que hay que dedicar talento y recursos para su resolución. Pero el problema del desempleo no se acaba ahí. Existe otro colectivo especialmente preocupante, y es el de las personas mayores de 45 años. Es preocupante, en primer lugar, por su importancia cuantitativa: en el conjunto español es del 37%, en Euskadi del 39%, y en Bizkaia del 50%; en segundo lugar, por la desigualdad de género: la mayoría de quienes se encuentran en esa situación son mujeres; y en tercer lugar, y no menos importante, por su tendencia a la cronificación.

Parece existir, en determinadas empresas y sectores, la tendencia a prescindir de este colectivo, como si fuese una “carga”. Esto, sin embargo, se compadece mal con una abundante experiencia práctica, que, junto a la investigación académica, insiste en el valor que pueden aportar las personas con experiencia. Si siempre resulta interesante captar talento externo, en ocasiones parece olvidarse que desarrollar el talento ya existente en la organización suele ser menos costoso y más efectivo.

Precisamente a sensibilizar sobre este grave problema, así como a reflexionar sobre su relevancia y sobre posibles actuaciones para abordarlo, se dedicó una jornada Gizartegune el pasado día 12 de noviembre, organizada por la Diputación Foral de Bizkaia, en el Palacio Euskalduna de Bilbao.


La jornada, con el título “Retos para una empleabilidad efectiva de las personas mayores de 45 años” fue inaugurada por la Diputada Foral de Empleo, Inclusión Social e Igualdad, Teresa Laespada, que enmarcó la relevancia del problema. A continuación intervino la Catedrática de Economía de la UPV/EHU, Sara de la Rica, que realizó en primer lugar un diagnóstico comarcal de la situación del colectivo en Bizkaia, para a continuación hacer una revisión de la experiencia internacional en el tratamiento de este colectivo, destacando las prácticas exitosas, proponiendo una hoja de ruta para ir aliviando el problema, y aportando unas interesantes reflexiones finales.  

Seguidamente, Yoana Arambalza, Responsable de Empleo y Formación en SEA Empresas Alavesas, expuso un interesante proyecto de acompañamiento para la empleabilidad de colectivos de difícil inserción (entre los que se encuentra precisamente el de mayores de 45 años), que, partiendo de la iniciativa de SEA Empresa Alavesas, ha conseguido aglutinar también a Fundación VITAL y al Ayuntamiento de Vitoria – Gasteiz.

De interés también fue la Mesa Redonda de título “Gestión del conocimiento y talento de las personas en la organización”, moderada por José María de Goñi, de Innic (Inno-Intellectual Capital & Finance), en la que se presentaron tres relevantes experiencias para mostrar cómo el conocimiento y el talento de las personas que han acumulado experiencia profesional puede ser dinamizado para crear valor en la organización.

Así, José María Cabanillas, Responsable de Personas de Eroski, describió cómo en la plataforma logística de Elorrio se pudo cambar de modelo, pasando de uno prácticamente manual a otro totalmente automatizado, con las mismas personas, a base de espíritu de equipo, mentalización, colaboración y formación.

Por su parte, Juncal de Lucas, Responsable de RRHH de Salto Systems, mostró el gran valor que aportan a su organización los equipos en los que conviven personas jóvenes y veteranas.
E Inazio Iribar, Responsable de RRHH del Grupo Arteche, insistió en la gran importancia que en su empresa tiene la retención del conocimiento organizativo, y la participación decisiva en el mismo de las personas experimentadas.

Para finalizar la jornada, Javier Martínez Aldanondo, Gerente de Gestión del Conocimiento de Catenaria y miembro de KnowledgeWorks, puso énfasis en la necesidad de desarrollar, tanto en personas como en organizaciones, la capacidad de aprender, y cómo ésta se encuentra ya en el talento existente en la empresa.

A continuación voy a exponer algunas notas sobre aspectos que me resultaron especialmente incisivos de las diferentes exposiciones. Con ello no pretendo abarcar todos los contenidos, aspectos y matices de presentaciones muy ricas y sugerentes, sino aquello que, a través de las notas que tomé a vuelapluma, pueden estimular la reflexión sobre el problema y sus posibles soluciones. También pueden repetirse ideas antes expuestas, pero en este caso creo que resulta disculpable, ya que la redundancia sirve, entre otras cosas, para proteger la información valiosa.
Vamos a ello.

-  La mitad del colectivo desempleado en Bizkaia con registro en Lanbide corresponde a mayores de 45 años. La mayoría, mujeres. Y este desempleo es en gran parte cronificado.
- El problema del desempleo de mayores de 45 en Bizkaia es más importante que en otros territorios. Tanto para su análisis, como para el diseño de medidas capaces de solucionarlo de forma efectiva, se precisa la colaboración entre la academia, las instituciones públicas y las empresas.
- Se requiere un análisis espacial detallado, por comarcas y localidades. Así, dentro de Bizkaia destacan Ibaizabal, Margen Izquierda y Bilbao, porque en estas comarcas la incidencia de este colectivo en el desempleo es mayoritaria.
-  La probabilidad de salida del desempleo disminuye progresivamente con el tiempo en desempleo. Por ello, resultan necesarias políticas para la retención de estas personas como empleadas, comenzando por la sensibilización acerca del valor que aportan a la empresa. De hecho, la experiencia muestra que las medidas para la retención en el empleo son mucho más eficaces que las de contratación cuando ya están desempleadas.
-  Deben identificarse y cuantificarse las necesidades de empleo y formación en ámbitos territoriales concretos, en especial para el desempleo de larga duración y edad avanzada.
-  Debe insistirse en la formación continua en todos los ámbitos.
-     Hasta ahora, la preocupación en la empresa era más sobre lo tangible que sobre lo intangible. Sin embargo, los recursos intangibles cada vez tiene más relevancia. Y estos son los que se refieren a las personas y a su conocimiento.
- Un equipo de personas con experiencia previa de trabajo muy distinta, pero con espíritu de equipo, mentalización, flexibilidad, formación y aprendizaje, puede dar el salto a la digitalización y la automatización inteligente.
-  La riqueza de la diversidad también reside en la edad. Los equipos intergeneracionales realizan una aportación sustantiva al devenir de la empresa.
-  Valores de las personas mayores de 45 años:
o   Experiencia en frustraciones, resiliencia adquirida
o   Experiencia en haber experimentado cambios, capacidad de aprendizaje permanente.
o   Estabilidad y compromiso.
o   Red de contactos.
o   Capacidad para la mentorización.
- Sería muy conveniente crear redes de empresas con el objetivo de retener el empleo de estas personas.
- En una empresa que compite a nivel global, con la consiguiente necesidad de desarrollar I+D propia, y con productos customizados, hechos a medida de los requerimientos de la clientela por tanto, con un proceso de producción “cuasi-artesanal”, el conocimiento acumulado de las personas, tanto explícito como tácito, llega a ser un valor absoluto.
- En este caso el problema es cómo transmitir el conocimiento desde las personas “mayores” hacia las que tienen menos experiencia, antes de que aquéllas dejen la empresa.
-  El conocimiento es la base de la actividad económica, del desarrollo y de la digitalización. Pero el aprendizaje es la fuente de producción de conocimiento. Por tanto, las empresas y organizaciones deben rediseñarse para el aprendizaje permanente. Al respecto resultan fundamentales tres elementos:
1.      Conocer lo que se conoce”, hacer uso de ese conocimiento y hacerlo disponible a todas las personas de la organización.
2.      Aprender de lo que se hace, esto es, Innovar, generar nuevas maneras de trabajar y de satisfacer las necesidades de los usuarios.
3.      Colaborar, crear conocimiento colectivo resultado de combinar los conocimientos individuales
-  Ahora bien, todo ello resulta imposible sin las personas de la organización. Quienes aprenden, quienes innovan en la empresa son las personas. El ser humano es el mejor sistema de gestión de conocimiento  y aprendizaje que existe, al menos por ahora.
-  Por tanto, las empresas dependen de personas que guardan el conocimiento en su cerebro y tienen capacidad de aprendizaje. Todo ello se pierde cuando las personas se jubilan o se van.
-  Luego las empresas necesitan captar nuevo talento, pero también necesitan mantener y desarrollar el talento existente, el de las personas que ya están en la organización, y fomentar la colaboración entre ellas. 

Y, como modesto colofón, unas reflexiones finales (escasamente originales):
- Resulta difícilmente concebible que a estas alturas todavía sea necesario insistir en que una persona en la organización, especialmente si está experimentada en funciones vinculadas a aspectos intangibles (conocimiento, habilidades, relaciones, etc.), es un activo de gran valor, hasta cierto punto irreemplazable.

Las personas, para conservar su valor en la organización, deben adaptarse. Y esa adaptación pasa por los tres ámbitos del capital intelectual: el humano (las personas deben seguir aprendiendo), el organizacional (“aplanamiento” de las estructuras organizativas, fomento de la formación) y el relacional (interacción y la colaboración, tanto dentro de la empresa como con clientes y proveedores). 

1 comentario:

  1. Hay muchas personas, como yo dentro de mi humilde ámbito, reclamando una solución para este perfil de desempleo. Es en mi opinión un desastre empresarial y social que no se haga nada al respecto. Gracias por intentar darle mayor visibilidad.

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